4ª JORNADA

Avanza el torneo con ampliación de expectativas, sueños de campeones, alguna que otra decepción... nada que no sea normal cuando la tensión que provoca el deseo de competir avanza a la par que el ansia de ganar. 

Nadie quiere ser el mejor de los perdedores, sólo vale ser campeones. Bueno, bueno... no es que lo más importante sea participar (ya lo dijo el barón inventor de las cuberterías); lo más importante es en qué nos convertimos cuando ganemos o perdamos (perdón por la filosofada).

Después de esta entradilla, y antes de comentar la cuarta jornada, hemos de hacernos eco de una noticia dolorosa: Lorena se nos ha lesionado de cierta consideración. 

En la mañana del jueves, cuando estaba calentando en uno de sus duros y diarios entrenamientos de cara al torneo, se retuerce el pie y parte el tobillo. Entre la tensión y el corazón sólo cabe una actitud: giving it all. Expresión que acuñaremos como lema de este torneo por aclamación popular. Sirvan estas líneas para lamentar esta circunstancia y desear (desearte, Lorena) una pronta recuperación y que sepas que este lamentable suceso no te exime de estar presente en la gran gala del día 30.

Y ahora sí, ahora toca hablar de los partidazos que hemos tenido la suerte de presenciar en una tarde soleada pero agradable.

El primer encuentro lo protagonizaron Antonio/Juan Carlos (equipo C) y Cristóbal/Javier (equipo D).

Muy desnivelado el primer set, con absoluto dominio del pujante equipo D (6-2). Sin embargo, en el segundo se produjo un pajarón gordo tras darlo todo antes, y el equipo C apabulló a sus adversarios con un contundente 6-1. 

Con las fuerzas casi justas, aún hubo arrestos para resolver el partido con un tercer set en lugar del previsto tie break, aprovechando la ausencia de la organización (cuidadín!!!). En su descargo es necesario comentar que lo cierto resultó ser una duración de escasa media hora para celebrar... ¡dos sets! 

Así, había toda una hora por delante, que casi agotan, para terminar el tercer set con un 6-4 a favor del equipo D. 

Eso sí, hay que señalar la absoluta entrega de Antonio que, incluso recién llegado de Madrid y con su compi Juan Carlos lesionado (no es de importancia, pero hay que cuidarse ese tirón muscular en uno de los gemelos inferiores), ha hecho gala de su compromiso, tenacidad y entrega absoluta. Increíble, Antonio; grande!

Os dejamos la foto tomada tras el encuentro. Los semblantes dejan patente los sudores del esfuerzo y del resultado.

Con algo de retraso por la espera de la incorporación de Manolo, cuyo esfuerzo es encomiable porque salir del trabajo a las ocho (en Todopintura, Polígono Pisa) y llegar a esa misma hora a Divalia tiene mérito y seguro que truco, comenzó el esperado partido entre los equipos A (Pepe y Manolo) y E (Santi y David).

Disputadísimo hasta el final, con puntos largos, pocos errores y grandes dosis de riesgo hasta que, por detalles, el equipo revelación (E) se impuso en dos sets por un doble 6-4.

A la depuración de la técnica padelera que Santi y Pepe van mostrando con el tiempo, debemos sumar el pujante ascenso de Manolo y la consabida sabiduría de David a quien su etapa de presidente de ésta nuestra comunidad le ha dado la seguridad y confianza que ese cargo impregna (está por ver si al actual presidente, hoy por hoy lesionado, le sucederá lo mismo cuando pierda el miedo). Y ojo, que David cuenta sus partidos por victorias (y ya lleva disputados tres).

También queremos que veáis estas dos imágenes. Esta situación se da cada vez con más frecuencia: las futuras figuras invaden la cancha, obligando en ocasiones a que sus padres reserven la pista en detrimento del probable espectáculo que daríamos los mayores. Sinceramente, es una delicia presenciar esas situaciones. Para muestra:

Como siempre, deseamos que estéis disfrutando con el torneo y os animamos a que participéis como mejor consideréis. Como sugerencias: hacen falta cherliders, recogepelotas, aguadores... Vamos!!!!