Con retraso, por la vorágine del cierre de la fase de equipos y apertura de la parte final del torneo, estamos preparados para aportar la crónica de lo que fueron los tres partidos de la décimo segunda jornada.
Con ella se culminaba la competición por equipos, a la que llegaban con posibilidades de proclamarse campeones los conjuntos D y E.
También se dirimía la clasificación individual y en particular, los puestos para confeccionar las parejas.
Así, con máxima expectación se esperaba una nueva tanda de partidos espectaculares, plenos de nervio, tensión y con... goja! Y damos fe de que lo fue.
El primer encuentro significaba para el equipo C la honrilla de no quedar en último lugar (si concurrían otras circunstancias en partidos posteriores). Para eso, Rubén y Luisa se batían contra Alfonso y Raúl (equipo B).
Con una tarde agradable, nada que ver con las jornadas precedentes, desde el primer momento los "ces" fueron tomando posesión de la pista, del juego y... no se apoderaron de las bolas porque, la organización (ojo avizor) velaba para que pudieran disputarse los siguientes partidos. Pero les faltó poco.
Con un preciosista juego de Rubén y otro estilista (de lo más femenino que se puede ver en el mundo del pádel) de Luisa, el Divalia Arena quedó sembrado de esencia padelística. Por muchos intentos en los que se afanaron un ya clasificado Alfonso y un batallador Raúl, el paso del tiempo no hacía más que certificar la victoria de los primeros por 6-3 y 6-2.
El público, fue concentrándose en la sombrita, dándolo todo y dispuesto a presenciar el gran duelo de la tarde. El que decidiría el torneo por equipos.
Y llegó la hora. Según lo previsto por la organización, exigente y dura como pocas se hayan visto en el circuito internacional de pádel, a las 20:45 (hora oficial de Divalia: casi las nueve) Álvaro y Cristóbal debían de ganar para darle el título de campeón al equipo D. Por su parte, Santi y Víctor corrían con la responsabilidad de otorgarle la posibilidad a su equipo E de hacerse con el entorchado (si ganaran sus compañeros en el duelo siguiente).
Éste era el último partido de los cuatro jugadores, y ya en crónicas pasadas se ha puesto de manifiesto las bondades de cada uno de ellos. Para no repetirnos y evitando ser cansinos nos limitaremos a señalar que los cuatro estuvieron en su línea: frontón Álvaro, infranqueable; secúritas Cristóbal, en ascenso; cogelotodo Santi, hasta la extenuación; atodamáquina Víctor, valor en alza.
Puntito a puntito, sin prisa pero sin pausa, como que no quería la cosa, los "des" fueron marchitando las ilusiones de los "es" y, sobre todo, de su capitano (Juanjo) que desde el palco cedido por la organización no dejaba de insuflar ánimo a sus compañeros en todas las lenguas que domina (vivas y muertas, y no son pocas).
Finalmente el partido se decantaría para los primeros por un marcador (6-3; 6-2) que no dejaba la más mínima duda sobre el equipo más equilibrado y consistente del torneo: el EQUIPO D, a falta de un partido, ya era CAMPÉON. Y su número dos, Álvaro, acababa de sumar su sexta victoria, o lo que es lo mismo, había alcanzado el inigualado registro de 12 puntos, 2 más que su inmediato seguidor: pleno.
Decidida entonces la clasificación de equipos, sólo restaba para el último partido el aliciente de ver en qué posición quedarían Augusto, que junto a Juanfran representaba al equipo A, y David, que con Juanjo buscarían la última victoria para el equipo E.
Como siempre en esta postrera semana de competición, el partido se jugó a última hora por exigencia laboral de Augusto. Y se desarrolló a una endiablada velocidad porque sólo quedaba de luz una hora.
Pero esta limitación no fue obstáculo para que se disputaran dos sets de igual a igual y apurando a tope los juegos. El primer set acabaría con un apretado 7-5 para los "aes". Y sin tiempo apenas para beber agua, emprendieron la parte final del partido que hacía el número 60 del torneo.
Bebe August(e) con su ponderado juego, arropado por el tifón de Sierra Nevada, Juanfran, iba dando pasos hacia la consolidación del segundo puesto del ranquin individual. Mientras, David y su rollo muñeca peleaba por escalar en esa clasificación, con la colaboración del canonieri Juanjo. Con todas las cartas sobre la mesa, y sin nada más que esconder, se llegó al tie break para acabar imponiéndose de nuevo los "aes" por 7-6.
Es digno de mencionar cómo este torneo ha permitido crecer a grandes jugadores (véanse los pies de Augusto para ensalzar sus gemelos, inferiores) e igualar los niveles inicialmente distantes (obsérvese cómo Juanfran se pone a la altura de su compañero con una ligera flexión).
Aunque ya se ha agradecido en otra entrada la ayuda de los patrocinadores, puede verse en esta imagen la publicidad que se ha dispuesto en la pista. Se espera para ediciones venideras que la promoción del torneo (presentación y clausura) tenga lugar en un afamado hotel del casco histórico de nuestra vecina localidad más afamada, Sevilla.
Concluida la jornada y la fase de equipos, puede consultarse en las entradas del cuadro final y de las clasificaciones cómo ha quedado todo, con pelos y señales.
Sólo nos resta para cerrar la crónica duodécima ser honestos: no pensábamos que llegaran a disputarse nada menos que sesenta partidos, en una única pista, encajando horarios, disponibilidades, compromisos, sonrisas...
Desde la organización se nos ruega que expresemos desde este blog el agradecimiento por el compromiso personal de todos los jugadores y jugadoras, por la comprensión y por el exquisito comportamiento. Citamos textualmente: "merece la pena darlo todo".
Dicho queda.